Entrenador personal en Toledo y alrededores. Entrenador online y entrenamientos online.

ESTO NO PERTENECE A NADIE, SINO AL CONOCIMIENTO. Con la tecnología de Blogger.

SEGUIDORES

jueves, 24 de octubre de 2013

La Importancia de la Motivación en el Ejercicio Físico y el Papel del Entrenador Personal




La Importancia de la Motivación a la hora de Realizar Ejercicio Físico y el Papel del Entrenador Personal

Amilcar Cano de Dueñas.

La sociedad actual en la cual vivimos y la Educación Física, son un binomio constante e inseparable.

Ya desde los primeros tiempos, la destreza física era un ideal aceptado por los ciudadanos, y la buena forma física, una necesidad para los soldados.

La Educación Física es un pilar fundamental para mantener el cuerpo en forma y para poder conseguir tener la mente despejada y relajada, gracias a la adrenalina que se gasta.

Las exigencias que nuestra rutina diaria nos plantea, hacen que el ciudadano común necesite desestresarse y poner en forma a su cuerpo para poder aguantar las duras horas de trabajo. Y para conseguir esto contamos con el ejercicio físico (con los entrenamientos deportivos), los cuales no solo nos ayudan a moldear el cuerpo, sino que también nos ayudan a fortalecer nuestra mente y de esta forma evitar caer en situaciones de stress o de nervios.

De ahí la necesidad de que la formación y preparación física del ciudadano común, sean capítulo importante en su vida diaria, y la importancia de una correcta asistencia sanitaria en todos los aspectos.

Tener siempre una óptima forma física es de todo punto necesario.
Tanto es así que, que incluso en el Ejército, la importancia de la preparación física aparece recogida en sus Reales Ordenanzas”… el mantenimiento de la aptitud física deberá ser preocupación constante del que ejerce la profesión de las armas” (Art. 212). «el militar se esforzará en alcanzar una sólida formación moral e intelectual, un perfecto conocimiento de su profesión y una adecuada preparación física, que le permitan cumplir sus misiones con la debida competencia y actuar con eficacia en el combate»; haciendo referencia posteriormente a la resistencia física y a la conveniencia de practicar algún tipo de deporte.

Pero en este punto nos encontramos con uno de los grandes problemas de nuestra sociedad, y es el “trabajo”. Actualmente, una persona común suele trabajar mínimo 8 horas, pero luego llega a su casa y necesita continuar haciendo cosas (limpieza de la casa, cuidado de los niños, prepararse para unos exámenes, etc…), lo que hace que dicha persona no tenga ni ganas ni motivación para realizar ejercicio físico, mediante la práctica de un deporte o mediante el seguimiento de una tabla de entrenamiento que un entrenador personal cualificado le ha redactado y que le modifica con sus continuos controles.

Este es uno de los motivos por los cuales ha surgido la figura del entrenador personal, el cual tiene como uno de sus cometidos motivar al deportista a que siga practicando ejercicio y siga esforzándose en conseguir sus objetivos.

Pero antes de llegar al entrenador personal necesitamos un objetivo, muchas ganas de conseguir ese objetivo y de esforzarnos y por supuesto mucha motivación (toda persona tiene que buscar cuál es el deporte que le motiva, porque lo que no le motiva a uno, puede ser que si le motive a otro).

La motivación no es un concepto sencillo. Para los psicólogos es difícil describir el impulso que existe detrás de un comportamiento. La motivación de cualquier organismo, incluso del más sencillo, solo se comprende parcialmente; implica necesidades, deseos, tensiones, incomodidades y expectativas.
El comportamiento subyacente es movimiento: un presionar o jalar hacia la acción.

Esto implica que existe algún desequilibrio o insatisfacción dentro de la relación existente entre el individuo y su medio: identifica las metas y siente la necesidad de llevar a cabo determinado comportamiento que los llevará hacia el logro de esas metas.

Clasificación De Las Motivaciones

Son numerosas las clasificaciones sobre la motivación, por lo que aquí solo se tratará de mencionar las básicas y a partir de allí citar algunas ideas para generar motivación laboral (realización de ejercicio físico).

En los seres humanos, la motivación engloba tanto los impulsos conscientes como los inconscientes, las teorías de la motivación, en psicología, establecen un nivel de motivación primario (satisfacción de necesidades elementales) y un nivel secundario referido a necesidades sociales (el logro o el afecto).
Son numerosos los criterios que pueden utilizarse para clasificar la motivación. Consideraremos algunas clasificaciones básicas para la discusión general del tema.

Motivación extrínseca y motivación intrínseca.

La motivación puede tener dos fuentes.
Puede emanar de las necesidades internas del individuo o de las presiones y los incentivos externos. De allí deriva la existencia de 2 clases de motivación: extrínseca e intrínseca.

La motivación extrínseca es originada por las expectativas de obtener sanciones externas a la propia conducta. Se espera la consecución de una recompensa o la evitación de un castigo o de cualquier consecuencia no deseada. En otras palabras, la conducta se vuelve instrumental: se convierte en un medio para alcanzar un fin.
O puede tratarse de evitar consecuencias desagradables (negativa de aumento salarial, rechazo de los otros).

La motivación intrínseca (MI) es originada por la gratificación derivada de la propia ejecución de la conducta.
La conducta es expresiva: es simultáneamente medio y fin. Por ejemplo la realización de un trabajo desafiante para el cual se tiene las aptitudes necesarias, hace que la actividad sea satisfactoria.

La motivación extrínseca (ME) depende de otro, distinto del individuo actuante... este otro puede percibir o no la conducta. O puede evaluarla según sus propios estándares, de tal forma que no hay garantía de que el comportamiento que el individuo cree adecuado conduzca al logro del objetivo que promovió dicho comportamiento.

Contraria a la MI, la motivación extrínseca pertenece a una amplia variedad de conductas las cuales son medios para llegar a un fin, y no el fin en sí mismas.

El estudio de la motivación extrínseca introduce la perspectiva conductista al estudio de la motivación. El conductismo no niega que la conducta tenga causas internas, pero sus defensores consideran que las causas fundamentales de la conducta se encuentran fuera y no dentro de la persona. Según este enfoque, el dinero, las recompensas y las amenazas de castigo son todas fuentes de motivación extrínseca y cada uno explica en gran medida por qué la gente va a trabajar, por qué hacen los deberes y por qué realizan una gran variedad de conductas. Por otra parte el estudio de la motivación intrínseca representa una tradición de investigación que ha evolucionado casi a contracorriente con el enfoque conductista. Los teóricos proponen que los seres humanos son inherentemente activos e «intrínsecamente motivados». Para explicar por qué las personas realizan ciertas conductas cuando las recompensas y castigos extrínsecos son mínimos, los teóricos de la motivación intrínseca hablan de la importancia de necesidades psicológicas tales como la competencia y la curiosidad.

Motivación positiva y motivación negativa.

La conducta que la motivación produce puede estar orientada a alcanzar un resultado que genere alguna recompensa o puede estar dirigida a evitar alguna consecuencia no deseada.

Ello da origen a la motivación positiva y a la motivación negativa.

La motivación positiva es un proceso mediante el cual el individuo inicia, sostiene y direcciona su conducta hacia la obtención de una recompensa, sea externa (un premio, verbigracia) o interna (la satisfacción derivada de la ejecución de una tarea). Este resultado positivo estimula la repetición de la conducta que lo produjo. Sus consecuencias actúan como reforzadores de tal comportamiento.

La motivación negativa es el proceso de activación, mantenimiento y orientación de la conducta individual, con la expectativa de evitar una consecuencia desagradable, ya sea que venga del exterior o del interior de la persona. Este resultado negativo tiende a inhibir la conducta que lo generó.

En la actualidad las diferentes concepciones no recomiendan la utilización de la motivación negativa. Algunos especialistas destacan que el castigo puede surtir efecto en el corto plazo, pero a largo plazo puede originar recurrencia de la conducta indeseada, reacción emocional no deseada, conducta agresiva destructiva, desempeño apático y falta de creatividad, temor al administrador del castigo y rotación y ausencia laboral.

Micro motivación y macro motivación

El nivel de motivación resulta afectado por los valores sostenidos por la cultura de la sociedad en la cual se desenvuelve, por ello se debe distinguir entre micro motivación y macro motivación.

La micro motivación es el proceso a través del cual las organizaciones crean un conjunto de incentivos materiales, sociales y psicológicos, para generar en los trabajadores conductas que le permitan satisfacer sus necesidades y alcanzar las metas organizacionales. El enriquecimiento de los puestos, los incentivos salariales forman parte de este tipo de motivación.

La macro motivación es un proceso, generalmente no planeado, mediante el cual la sociedad transmite ciertos mensajes que el individuo ha internalizado y que le permite formarse una idea sobre sí mismo y sobre el trabajo, influenciando sobre los niveles de motivación individual.
El ejército puede ser considerado como una gran representación de la sociedad actual, en el sentido de que al ser una organización grande nos encontramos con gran variedad de personas. En relación al tema que nos afecta, dentro del ejército nos podemos encontrar con personas que les guste hacer ejercicio físico, personas que solo hacen ejercicio físico cuando se les obliga, pero que no llegan al extremo de odiar dicho ejercicio físico, personas que ni les gusta ni les disgusta hacer ejercicio físico y personas que no les guste realizar ejercicio físico.

A tenor de lo anterior, descartando al grupo de deportistas de élite y semiprofesionales, el resto de individuos podrían ser clasificados en tres grandes grupos:

a) Aquellos que realizan ejercicio físico por una motivación intrínseca o por una motivación positiva interna. (Aquellos individuos que realizan ejercicio físico por encontrarse en forma y por mantener un buen nivel de salud)

b) Aquellos que realizan ejercicio físico por una motivación extrínseca o por una motivación positiva externa. (Aquellos individuos que no realizan principalmente ejercicio físico para mantener una buena forma física o un buen nivel de salud, sino que realizan ejercicio físico única y exclusivamente por conseguir un fin concreto, pasar una oposición, poder satisfacer la necesidad de conseguir renovar su contrato, conseguir un complemento monetario, etc… Pero esta gente en el momento que consiguen su objetivo dejan de realizar ejercicio físico).

c) Aquellos que se encuentran en una situación intermedia, de forma que dependiendo del momento, pertenecen al grupo a) o al grupo b). (Individuos que dependiendo de su situación actual y de su estado de ánimo, se mueven por motivaciones intrínsecas o extrínsecas).

Diferentes autores han propuesto distintas formas de ver el ciclo de la motivación. Chiavenato , Kast y Rosenzweig , Davis y Newstrom y Gibson, presentan sendas propuestas para ilustrar el proceso motivacional.

En un intento de integrar de manera sencilla los planteamientos básicos de estos autores, proponemos un modelo de siete etapas:
a. Conciencia de la necesidad
b. Transformación de la necesidad en un deseo específico
c. Identificación del incentivo que satisface el deseo
d. Selección del curso de acción que conduce al incentivo
e. Inicio y mantenimiento de la conducta orientada a alcanzar el incentivo
f. Consecución del incentivo deseado
g. Satisfacción de la necesidad

Podemos decir entonces que la motivación es anterior al resultado, puesto que esta implica un impulso para conseguirlo; mientras que la satisfacción es posterior al resultado, ya que es el resultado experimentado.

La motivación se inicia cuando el individuo toma conciencia de alguna carencia que debe llenar o de algún desequilibrio que desea corregir (en relación al tema del asunto, podría ser el hecho de notarse uno mismo que todos los días se encuentra cansado y fatigado, que tiene kilos de más y necesita adelgazar, que sus compañeros tienen hobbies y el no, etc…).

Sin esta experiencia psicológica, aún cuando la necesidad objetivamente exista, no hay motivación. Esa necesidad se filtra a través de la cultura, que ofrece una gama de alternativas para satisfacerla, espectro que normalmente varía entre una y otra sociedad.
Así, la necesidad se convierte en un deseo específico. Con ese deseo por satisfacer, el individuo localiza en su entorno organizacional o social el o los incentivos que lo colmarán.
Si no existiera tal incentivo, el simple deseo no producirá conducta alguna y el proceso motivacional se interrumpiría.

Una vez precisado el incentivo u objetivo a alcanzar (en el caso de un individuo normal puede ser el conseguir hacer  una distancia x en un tiempo y, ser capaz de jugar un partido de padel, etc…), la persona selecciona un curso de acción que lo conducirá hasta esa meta (debo comenzar a aprovechar mi tiempo libre, sacando alguna hora para realizar ejercicio físico, y siempre que pueda debo de seguir un plan de entrenamiento específico planificado por un entrenador personal y esto lo debo de complementar con  una alimentación sana).

Luego, inicia la conducta dirigida a la conquista del citado incentivo y persiste en ella hasta alcanzarlo (tomarse en serio la realización de la práctica deportiva e intentar mejorar en las pruebas que no supero).
Si lo logra, el individuo satisfará la necesidad que originó el ciclo. Si algún obstáculo impide el logro del objetivo sobreviene la frustración.

En general, el individuo por naturaleza es “vago”, y una vez que ha conseguido su objetivo o unos de los objetivos parciales, suele dejar de hacer su trabajo, disminuyendo considerablemente su capacidad de sacrificio (todos sabemos que seguir un plan de entrenamiento es muy duro y requiere mucho sacrificio, y una vez que hemos conseguido un objetivo, intentar el siguiente que aún es más duro, se nos suele hacer cuesta arriba).

Para poder solucionar este problema y poder conseguir que la gente continúe realizando ejercicio físico para estar en forma, es necesario que los entrenadores personales en sus respectivos escalones, sean capaces de inculcar a sus deportistas los beneficios de la realización de ejercicio físico de forma que se consiga una motivación intrínseca en ellos lo que ayudará a conservar en el tiempo este hábito.

CONCLUSIONES

La motivación en el trabajo puede concebirse como un proceso mediante el cual se activa, se mantiene y se dirige la conducta hacia el logro de ciertas metas que satisfacen necesidades importantes del individuo y a la vez permite el logro de las metas organizacionales.
La motivación, en general, es un fenómeno complejo por la variedad de formas como los motivos se expresan y se combinan para producir una determinada conducta. El proceso motivacional puede ser visto como un ciclo que va desde la conciencia de una necesidad hasta el logro de los incentivos que la satisfacen.

En la actualidad, muchos de los individuos que realizan en ejercicio físico acaban abandonando du práctica, ya que desde un primer principio se mueven por motivación extrínseca (he perdido los 5 kilos que me sobraban y ya no necesito hacer deporte). Esto hace que dicho individuo solo permanezca en  buena forma física por un periodo muy limitado (lo que dure la obtención del objetivo).

Pero lo que el entrenador personal tiene que conseguir es que dicho individuo este  constantemente en forma con lo cual debemos intentar concienciar al individuo de los beneficios de la realización del ejercicio de manera que consigamos que esto no suponga un esfuerzo para él y lo quiera realizar por la gratificación derivada de la propia ejecución de la conducta (motivación intrínseca) de manera que consigamos que se enfrenten al deporte por la gratificación de superarse a sí mismo y no por el temor a no conseguir un objetivo.

Por todo esto, uno de los cometidos principales de un entrenador personal es ayudar al deportista a conseguir sus objetivos, teniendo en cuenta que en todo entrenamiento se sufre. Pero por eso el entrenador tiene que estar ahí,  para animar y motivar a seguir con los entrenamientos.


Las personas extrínsecamente motivadas actúan para conseguir motivadores extrínsecos tales como dinero, elogios o reconocimiento social.

Las personas intrínsecamente motivadas realizan actividades por el puro placer de hacerlas. Las personas a las que se les ofrecen fuentes de motivación extrínseca por participar en una actividad que ya es intrínsecamente interesante tienen menos motivación intrínseca por esa actividad, especialmente cuando la recompensa extrínseca es esperada o tangible.

Hay determinadas cuestiones que todo entrenador personal puede realizar para fomentar la motivación en sus dirigidos:

- Hacer interesante el trabajo (modificar constantemente los ejercicios y no repetir los mismos por un intervalo de tiempo muy prolongado), evitando que la rutina lleve rápidamente a la apatía y al aburrimiento.

- Relacionar las recompensas con el rendimiento. Las mismas no son solo salariales, pueden incluir mejoras en marcas, o algún reconocimiento formal.

- Tratar a los deportistas como personas. Esto es de suma importancia ya que la tendencia actual es tratar al “empleado” como una cifra más de la institución o dentro de nuestro grupo de trabajo.

- Retroalimentación precisa y oportuna: es preferible un comentario de rendimiento negativo que ningún comentario ya que en éste caso el deportista sabrá que hacer para mejorar.


La Educación Física es un pilar fundamental en la preparación y formación del individuo, constituyendo un valioso patrón de medida de la capacidad de sacrificio y de la capacidad moral del individuo dentro de la sociedad.

Para más información consulta mi blog:

entrenadorpersonalsonseca.blogspot.com.es

0 comentarios:

Publicar un comentario